
El engaño médico-psiquiátrico de los psicofármacos: facilitando el desarrollo de nuevas adicciones en lugar de verdaderas soluciones donde hay que ponerlas.
Los psicofármacos, (antidepresivos, ansiolíticos), han mostrado su eficacia cuando son combinados con psicoterapia y de manera puntual.
Sin embargo, todos conocemos personas a las que se les recetan como algo “indefinido” o que llega a superar esos escasos meses de uso. Se hace entender a los usuarios que lo necesitan, y se genera una feroz dependencia que, casualmente, viene fenomenal a una de las industrias que más millones e intereses mueve: la farmacéutica. Y no es casualidad.
Pero lo que está en juego es nuestra salud física y mental.
Hablando de ciencia y de lo científicamente probado, la psicoterapia es más eficaz que la medicación. Además, la medicación no es eficaz cuando no es utilizada de manera puntual y tampoco si no va acompañada por psicoterapia.
En definitiva, las pastillas no son la solución, del mismo modo en que no lo son las demás drogas.
Es como tomarte un Paracetamol para tener temporalmente «atenuados» los síntomas más intensos de una fiebre causada por una infección localizada, pero ignorar el foco de infección, de modo que éste, en verdad, será cada vez peor y la infección seguirá creciendo y empeorando hasta que pierdas el órgano, el miembro o en definitiva, la cabeza.
Es la infección lo que hay que atender de forma prioritaria. Y es diferente y adaptada para cada persona.
Es la psique, es el hábito de generación de pensamientos que ha venido definiendo y moldeando la historia personal el que hay que trabajar, los estados de conciencia, la inteligencia emocional, y no parches inflapersonas y desinflaconciencias.
Se trata de ser más CONSCIENTE, en lugar de menos.
Que no te engañen ni te engañes.